Botellas que se convierten en obras de arte
Desde los tacones inconfundibles de Good Girl hasta las siluetas urbanas de 212, cada envase cuenta una historia y refleja la personalidad de la fragancia.
Sus presentaciones son audaces, modernas y reconocibles al instante, convirtiéndose tanto en símbolos de lujo como en objetos de deseo dentro del mundo de la perfumería.